1. Inspección:
Se realiza una revisión visual de los componentes del tren delantero, incluyendo brazos de control, rótulas, amortiguadores, barras estabilizadoras y otros elementos, para identificar signos de desgaste o daño.
2. Lubricación de componentes:
Se lubrican los puntos de pivote y las articulaciones para reducir la fricción y mantener la integridad de los componentes del tren delantero.
3. Alineación de ruedas:
La alineación de ruedas se ajusta para garantizar que estén paralelas y perpendiculares al suelo, optimizando el manejo, evitando el desgaste irregular de los neumáticos y mejorando la eficiencia del combustible.
4. Identificación de problemas:
Se realiza un diagnóstico detallado para identificar problemas potenciales, como desgaste en rótulas, bujes, barras estabilizadoras o daños en la suspensión.
5. Reemplazo de componentes desgastados:
Se sustituyen los componentes desgastados, como rótulas, bujes y brazos de control, para mantener la integridad del sistema de suspensión.
6. Verificación de amortiguadores:
Se comprueba el estado de los amortiguadores para asegurar su eficiencia y evitar problemas relacionados con la estabilidad y el confort de la conducción.
7. Ajuste de la dirección:
La dirección se ajusta para garantizar una respuesta precisa y sin holguras, mejorando la maniobrabilidad del vehículo.
