1. Conexión del escáner:
Se conecta un escáner automotriz a la toma de diagnóstico a bordo del vehículo, generalmente ubicada cerca del panel de control, utilizando un conector OBD-II (On-Board Diagnostics).
2. Lectura de códigos de falla:
El escáner lee los códigos de falla almacenados en la computadora del vehículo. Estos códigos son indicadores que señalan problemas específicos en diversos sistemas, como el motor, la transmisión, el sistema de frenos, entre otros.
3. Interpretación de códigos:
El técnico interpreta los códigos de falla para identificar la naturaleza y la ubicación del problema. Los códigos proporcionan pistas sobre las áreas del vehículo que requieren atención.
4. Datos en tiempo real:
Además de los códigos de falla, el escáner puede proporcionar datos en tiempo real sobre diversos parámetros del vehículo, como la velocidad del motor, la temperatura del refrigerante, la presión del combustible, entre otros.
5. Diagnóstico de sistemas:
Los escáneres modernos permiten realizar diagnósticos detallados de sistemas específicos. Esto facilita la identificación de problemas más complejos y el ajuste fino de componentes.
6. Borrado de códigos (si es necesario):
Después de realizar reparaciones o mantenimiento, el escáner puede utilizarse para borrar los códigos de falla y reiniciar la luz de advertencia en el tablero.
7. Monitoreo de pruebas en carretera:
Algunos escáneres permiten la realización de pruebas en carretera mientras se monitorean los sistemas en tiempo real. Esto puede ser útil para evaluar el rendimiento del vehículo en condiciones de conducción normales.
8. Informes de diagnóstico:
Se pueden generar informes detallados que resumen los resultados del escaneo y las acciones tomadas. Estos informes son útiles tanto para los técnicos como para los propietarios del vehículo.
